Además, ha explicado que en Cañada Real, "las temperaturas se multiplican" porque "no hay árboles ni edificios que hagan sombra". "La diferencia es brutal", asegura. En caso de no tener agua, aquellos que tienen que caminar hasta otras parcelas para pedirla a los vecinos, se exponen a sufrir golpes de calor porque deben caminar a pleno sol y con temperaturas de más de 40 grados
↧